¿Cuántas horas más te gustaría que tuviera el día?

La mayoría de nosotros nos sentimos presionados para cumplir con distintas obligaciones, y puede que estas no tengan nada que ver con lo que consideramos verdaderamente importante.

Muchos vemos cómo el tiempo se nos va y quizás pensemos: “Esto no es vida”

La siguiente encuesta puede ayudarnos a descubrir si nos hace falta más tiempo para poder hacer todo lo que uno quisiera.

¿Con qué frecuencia dispones de tiempo para las cosas que consideras realmente importantes?

    • Todos los días
    • Los fines de semana
    • Casi nunca

En un día típico…

    • …¿haces lo que tenías planeado?
    • …¿sigues una rutina impuesta que te impide realizar tus planes?
    • …¿atiendes sin pensar cualquier imprevista que surja?

Al final del día…

    • …¿lograste realizar las tareas importantes?
    • …¿terminaste los trabajos necesarios, aunque no los hayas hecho a conciencia?
    • …¿te faltó tiempo para lo que realmente importa?

¿Cómo sueles sentirte al final del día?

    • Feliz y satisfecho
    • Vacío, cansado y tenso
    • Frustrado

Si después de hacer la encuesta, has marcado la segunda o tercera respuesta de las preguntas, probablemente eso significa que necesitas más tiempo.

Teniendo en cuenta que es poco probable que el ritmo de este mundo vaya a disminuir, las preguntas que surgen son:

¿Cómo lograr aprovechar bien el tiempo? ¿Cuál es la clave para hacer que te rinda el día?

La respuesta a ambas preguntas la encontramos en un sabio consejo que escribió el rey Salomón hace 3.000 años bajo inspiración en el libro bíblico de Eclesiastés: “Para todo hay un tiempo determinado”

Este texto enseña una lección importante: a fin de encontrar tiempo para las cosas importantes, primero tenemos que identificarlas.

Y algo que te puede ayudar a lograrlo es tener claro cuáles son tus valores, tus metas y las actividades específicas que contribuirán a alcanzarlas.

ESTABLECE TUS VALORES

¿Por qué no anotas todos los valores que se te ocurran?

Algunos podrían ser:

    • Familia
    • Amistad
    • Educación
    • Logros
    • Belleza
    • Dinero
    • Felicidad
    • Matrimonio
    • Bondad
    • Salud
    • Religión

Luego pregúntate: ¿Cuáles considero esenciales?

TUS METAS

A continuación, piensa en todas las metas que te gustaría alcanzar.

Quizás te preguntes: ¿qué diferencia hay entre valores y metas?

En este contexto se puede decir que los valores son permanentes, mientras que las metas que uno se traza dejan de serlo cuando se alcanzan.

¿Qué metas podrías fijarte?

Quizás estés pensando: ¿Dedicar más tiempo a mi familia? ¿Encontrar un trabajo más acorde a mis necesidades? ¿Encontrar un hobby o afición? ¿Cultivar cierta cualidad? ¿Leer un libro o tal vez escribir un libro?

Una vez lo hayas pensado, decide cuáles son las metas primordiales para ti.

Un recordatorio importante: Asegúrate de que esas metas sean compatibles con tus valores, porque si te pones una meta que sea incompatible, tendrás un conflicto interno y te acarreará problemas.

ACTIVIDADES

Por último, para cada meta que te hayas fijado piensa en varias actividades que te ayudarán a alcanzarla y así toda tu vida seguirá un mismo rumbo.

Haz tiempo para lo que de verdad importa identificando mejor dentro de tu horario que cosas guardan relación con lo que es esencial.

Ahora bien, si bien es cierto que seguir un buen horario puede hacernos eficaces, eso no significa que para lograrlos tengamos que hacernos insensibles, pasando por alto las necesidades y deseos de los demás.

El siguiente ejemplo lo ilustra muy bien:

Pensemos en un conductor de autobús de la EMT.

Es verdad que seguir su horario de paradas y llegar sin retraso le hace eficaz, pero ¿sería bondadoso que para lograrlo no esperara unos segundos más cuando ve por el retrovisor que un pasajero corre desesperadamente para coger el autobús?

Lamentablemente algunos hemos vivido esa experiencia y hemos visto como el conductor del autobús cerraba las puertas en nuestra misma cara y arrancaba sin ningún remordimiento.

Es evidente que, en el caso del conductor, pensar en ser eficaz no le permitía darse el lujo de ceder unos segundos a la empatía para “abrir las puertas” a este pasajero, quién muy probablemente necesita subirse al autobús con apremio.

Esto nos enseña una lección importante sobre la eficacia en el uso del tiempo. Es la siguiente: “La mejor manera de usar nuestro tiempo es hacer algo que contribuya al bienestar de los demás”

Hay que decir que nuestra manera de usar el tiempo revela hasta qué grado consideramos importantes a otros.

Por eso, de nuevo un principio bíblico dice: “Mientras buscan no solo sus propios intereses, sino también los de los demás” (Filipenses 2:4)

No es lo mismo estar activo, que hacer algo que realmente merezca la pena. Y de seguro hacer algo para el bien de los demás, nunca será desacertado.

De modo que conviene hacernos las siguientes preguntas: “¿Para qué actividades suelo tener tiempo? ¿Para cuáles debería dedicar más tiempo? ¿Veo la necesidad de encontrar más tiempo para las cosas que de verdad importan?

Hacer este pequeño análisis hará que tengamos una mayor satisfacción en el uso de nuestro tiempo y sobre todo que “aprovechemos el tiempo de la mejor manera” (Efesios 5:16)

Para la siguiente ocasión hablaremos de nuevo de un tema que lamentablemente es noticia. El Covid-19 está siendo letal y llevándose la vida de miles y miles de personas.

Muchas de estas son personas casadas, de repente han visto como la pérdida de su cónyuge les a despojado de la persona que más querían.

Ante una experiencia tan desgarradora como esa, ¿qué puede servir de ánimo para el doliente?

Hablaremos de ello la semana que viene con el título: “HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE”

Mientras tanto, recibid un afectuoso saludo junto con nuestros mejores deseos.