Recientemente, diferentes medios han destacado la curiosa noticia sobre qué palabras han sido las más buscadas en Google durante el 2020.

¿Adivinas cuál puede ser la más buscada?

De seguro la respuesta no te va a sorprender: CORONAVIRUS.

Y es que hay que decir que, la pandemia del Covid-19 ha marcado nuestras vidas. Antes de esta pandemia, muy probablemente nuestra vida estaba bien planificada y compuesta de una multitud de actividades sujetas a sus horarios: el trabajo, hijos que van y vienen del colegio, hacer deporte, ir de compras, ocio. Sin embargo, toda esa rutina se trastocó cuando la pandemia empezó a golpear en un lugar tras otro.

Desde entonces hasta hora muchos estamos tratando de aprender a convivir con este virus, tomando precauciones y estando en un permanente estado de alerta para evitar el contagio.

Por otro lado, no hay día que el coronavirus no sea noticia. A menudo se bombardea con un constante chorro de información sobre qué incidencia tiene en diferentes comunidades, así como qué posibles restricciones se pueden de nuevo aplicar. Ni siquiera la buena noticia de una vacuna ha evitado que la situación siga provocando incertidumbre, inestabilidad y de manera notoria agotamiento.

De ahí la siguiente pregunta: ¿Estás empezando a sentirte agotado por vivir bajo la amenaza del COVID-19?

SI es así, no es extraño, de hecho, algunos han llegado a denominar ese sentimiento de cansancio y desesperación como fatiga pandémica.

Esta fatiga no es en sí misma una enfermedad. Más bien es un término que describe la reacción natural de las personas ante la situación prolongada de incertidumbre y cambios que ha provocado la pandemia.

Si está empezando a sentirte así, ¿por qué es importante que lo veas como una amenaza?

Porque si no luchamos contra ella, es muy fácil que, debido al cansancio que provoca convivir con tantas restricciones – usar mascarillas, mantener la distancia personal – tratáramos de buscar mayor libertad y como consecuencia, empezáramos a descuidar las medidas de protección contra el Covid-19 poco a poco. Dicho de otro modo, a medida que va pasando el tiempo podríamos ir “bajando la guardia” y dejar de dar importancia a medidas que antes seguíamos a rajatabla para preservar nuestra salud.

Es interesante lo que dice un proverbio bíblico sobre este asunto: “Si te desanimas en los momentos difíciles, te faltarás las fuerzas”

¡Qué ciertas son estas palabras!

Lo que podamos hacer o no en muchas ocasiones está determinado por nuestro estado de ánimo, el cual a su vez puede influir en nuestra capacidad de pensar, así como en las decisiones que tomamos.

En vista de que este virus sigue extendiéndose y matando, merece la pena que busquemos la manera de “seguir en guardia” y mantener el ánimo a pesar de la incertidumbre.

¿Qué consejos pueden sernos útiles para no relajaros ante la amenaza de esta pandemia y así mantener la guardia?

Hablemos de 3 consejos:

RESPETA LA DISTANCIA DE SEGURIDAD, PERO NO TE AÍSLES

Una de las medidas estrella para evitar contagiarnos es mantener la distancia de seguridad personal. Sin embargo, debemos de ejercer cuidado para que tal medida no haga que nos aislemos emocionalmente.

Un proverbio dice: “El que se aísla persigue sus deseos egoístas”

Está claro que estar solos mucho tiempo pone en riesgo nuestra salud y no permite que hagamos algo por otros. De ahí de la importancia de tomar la iniciativa en mantener contacto con los amigos ya sea por videoconferencia, correo electrónico o llamada de teléfono. Es cierto que tales opciones no son lo mismo que verse en persona, pero tomar esas iniciativas pueden ser una buena manera para demostrar a los demás que nos importan y evitar así una vida social “sin cobertura”

Nunca sabremos cómo una llamada o un mensaje de texto pueda hacer diferente el día de alguien que lo está pasando mal.

MANTÉN UNA BUENA RUTINA

Tener una buena rutina nos hace sentir mejor y nos da estabilidad. Además, es la mejor manera de aprovechar bien el tiempo.

Muchos han visto la ventaja de tener un horario razonable donde incluir actividades importantes y variadas, como dedicar un tiempo al empleo y las labores en el hogar, estudiar y leer, así como salir a tomar el aire y hacer ejercicio.

Ni que decir tiene que, tener un buen horario te ayudará a no estar demasiado centrado en la pandemia ni contar cuánto meses han pasado desde su inicio sino más bien a hacer que tu tiempo cuente.

NO TE CONFÍES

El Covid-19 es un virus mortal y muy fácil de contagiar, por lo tanto, ¡respétalo!

Un principio bíblico dice: “El que piensa que está de pie que tenga cuidado de no caer”

No pienses que tú o tu familia no va a enfermar. Incluso aún siendo cuidadoso uno puede enfermar y de nada servirá darle vueltas al por qué del contagio.

Según los expertos, muchos de los contagios que se están dando se deben en muchas ocasiones a no haber seguido manteniendo el respeto a las medidas para prevenir el coronavirus. Pensar que por estar con nuestra familia o amigos de no convivientes es menos arriesgado que estar con desconocidos es un grave error. Cualquier persona, incluso quienes más amamos pueden ser portadores del virus sin saberlo.

La sensatez nos lleva a ser prudentes y no confiar demasiado en nosotros mismos.

Una buena manera de evaluar cuál es mi grado de respeto a este virus sería preguntarnos lo siguiente: “¿Sigo manteniendo la misma precaución que antes o me he relajado? ¿Demuestran mis decisiones que le doy valor a la vida, que respeto a las autoridades y que mantengo la guardia?

Recordemos que esta pandemia aún no ha acabado, así que debemos de protegernos a nosotros mismos y a los demás.

Las advertencias que se nos están dando son reales y es muy importante que les hagamos caso. Ahora no es el momento de relajarse sino de protegerse.

En conclusión, las palabras inspiradas del Proverbios 28:14 nos ayudan a tomar una importante resolución: “El hombre que siempre está en guardia es feliz”

No permitamos que el desgaste que produce esta pandemia en nuestro ánimo y emociones impida que sigamos alerta. No te relajes, si, “no bajes la guardia”

Además de nosotros, hay muchos otros que están sufriendo los estragos de la pandemia de otra manera, otro tipo de cansancio, el llamado: “agotamiento nervioso”.

¿Quiénes están sufriendo durante la pandemia este tipo de agotamiento y qué consejos les pueden ayudar?

Hablaremos de ello la próxima vez.

Mientras tanto, deseamos que, los consejos compartidos en ÁNIMO PARA LLEVAR sirvan de utilidad y contribuya a que podamos sobrellevar esta situación con mayor ánimo y fortaleza.

¡Cuidaos mucho y hasta pronto!