El dinero es muy engañoso.
Tiene el poder de hacerle creer a la gente que puede comprar la felicidad y la seguridad, pero eso no es más que un mito. Aun así, “resuelve muchos problemas”. Por ejemplo, el dinero sirve para comprar cosas básicas como comida y ropa, también sirve para cuidar a la familia.
De hecho, todos nos vemos ante un peligro muy real, el peligro de perder el empleo, la casa y hasta la pensión. Y aún existe otro peligro más sutil y peligroso.
¿A qué nos referimos?
Se trata de la obsesión de obtener todo lo que el dinero puede comprar. Las empresas de publicidad saben muy bien qué argumentos usar para convencernos de que cierto producto es necesario, en comprar un producto atractivo y necesario para nosotros ….
¡Qué fácil es en nuestra sociedad actual que la búsqueda de lo material pueda distraernos de las cosas que realmente tiene importancia en la vida!
Y, ¿qué cosas son las que realmente tienen importancia en la vida?
Dicho sencillamente: suelen ser aquellas cosas “que el dinero no puede comprar”
Veamos varios ejemplos basados en el libro de los Proverbios:
Un proverbio bíblico escrito en paráfrasis dice: “Mejor es comer sopa con un ser amado que buena carne con quien odiamos” (Proverbios 15:17)
Este proverbio destaca algo imposible de comprar, a saber, una vida de familia feliz.
Lamentablemente no son pocos los hijos que desearían que sus padres les dedicaran más tiempo. Es fácil que debido a las presiones de la vida eso pueda pasar.
Está claro que el dinero no puede comprar la felicidad familiar. Esta clase de felicidad solo se consigue dedicando tiempo a la familia y dándole el cariño y la atención que merece.
Por otro lado, en muchas culturas se da mucha importancia a ganar dinero para asegurarse un futuro seguro. Por ejemplo, es conocido que en algunos países asiáticos los padres presionan a sus hijas para que se casen con un hombre rico o adinerado creyendo así que vivirán bien el resto de su vida.
Sin embargo, ni siquiera los que ahora gozan de una buena posición económica pueden garantizar que dicha situación se mantenga de forma permanente.
Por ejemplo, un hombre muy sabio dijo: “Ustedes no saben lo que será su vida mañana”. Así es, el suceso imprevisto puede sorprendernos a cada uno de nosotros.
Incluso el propio rey Salomón, alguien distinguido por su sabiduría escribió en el libro de Eclesiastés 7:12 “Porque la sabiduría es una protección igual que el dinero es una protección. Pero esta es la ventaja del conocimiento: la sabiduría conserva la vida de su dueño”
Estos pensamientos nos hacen ver una clara realidad: el dinero no es la clave para tener un futuro seguro, pues se puede perder y además no puede impedir que uno enferme y muera.
Algo que tampoco se puede comprar es el contentamiento, es decir, sentirse satisfecho en la vida.
Curiosamente, muchos padres enseñan a sus hijos la importancia de llevar una vida sencilla. Es verdad que viviendo así tendrán lo básico y quizás no demasiados lujos, pero los hijos se sienten satisfechos y sobre todo crecen felices.
Estar contentos es la clave, pero eso no significa que tendremos todo lo que queremos, sino más bien sentirnos contentos porque tenemos lo que necesitamos.
En resumen, las cosas más importantes de la vida son aquellas que no se pueden comprar.
Cuando hablamos de sentir verdadera satisfacción en la vida, algunas personas opinan que esto es solo posible si primero se tiene claro cuál es el propósito de la vida.
Entienden que para llegar a esa comprensión es necesario primero conocer la respuesta a preguntas que todos alguna vez nos hemos hecho, como….
¿Qué propósito tiene la vida?
¿Por qué existimos?
¿Qué nos deparará el futuro?
Son muchas las personas que opinan que las respuestas a esas preguntas están en la Biblia y que merece la pena dedicar tiempo a leerla para así asegurarse de lo que es más importante y hallar la verdadera felicidad.
Algo que tampoco se puede comprar son los verdaderos amigos.
¿Por qué es tan importante tener amigos auténticos?
Hablaremos de ello en la siguiente ocasión, con el título:
“El verdadero amigo – un hermano nacido cuando hay angustia”